La mencionada reunión que se iba a celebrar entre autoridades del gremio Atilra y el gobierno nacional, que se creía clave para destrabar la complicada situación de la cooperativa SanCor, finalmente no se dio. Si bien hubo intercambios de posturas entre los involucrados, incluyendo a la Cámara de la Industria Lechera (CIL), no hubo encuentros formales ni se llegó a ningún principio de acuerdo.
Según afirmaron desde el gremio a El Cronista, las negociaciones continúan estancadas “por la postura inflexible de la cámara empresaria y la pasividad del Gobierno”.Este último había exigido que se abandone el millonario “aporte extra” que las industrias facilitan al sindicato para el mantenimiento de la obra social.
Según la justificación del Gobierno, este aporte encarece los costos laborales y amenaza la salud financiera del sector.
El Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, destacó que el Gobierno pretende que SanCor y el resto de la industria lechera del país “sea sustentable” por sí misma y no dependa de aportes extraordinarios del Estado. “De la forma en la que está cayendo la industria láctea con desavenencias internas parece difícil dar sustentabilidad al sector”, opinó en declaraciones a Radio Rivadavia.
Según el ministro, el gremio aduce que esos aportes los hacen los empleadores para poder solventar los gastos de la obra social (Ospil) “porque en su momento el Gobierno no los hacía”, manifestó el funcionario. Se trata de un aporte mensual de $ 3300 por empleado, lo que significa $ 12 millones por mes o $ 144 millones por año.
Sin embargo, desde Atilra destacaron que ese tema, sólo para el caso de SanCor ya se accedió, y que la postura del gremio pasa por las garantías para que se paguen los sueldos que no se abonan desde febrero, en algunos casos, y que se respeten los puestos de trabajo.
En un comunicado difundido días atrás, pidió “que se termine con la imprevisión, la irresponsabilidad, la ausencia de planificación y la falta de seriedad por parte de quienes dirigen los destinos de la Cooperativa”. Allí, el gremio aceptó dialogar con el Gobierno, y comunicó que elevaría una propuesta “exigiendo como condición la reactivación de la empresa y el respecto de los puestos de trabajo”. En SanCor trabajan alrededor de 4500 personas de manera directa, y la empresa ya recibió créditos por $ 500 millones.
También la Confederación Rural Argentina (CRA) se metió en el conflicto e hizo hincapié en la situación de los tamberos y resaltó, a través de un comunicado, que “SanCor engaña a los tamberos”, y que “las noticias continúan siendo cada vez más desesperantes para los miles de productores tamberos que venden su producción de leche sin recibir el pago que corresponde, ni en tiempo y forma, ni a un precio razonable”.
La entidad afirmó que el “engaño” ya parece, a esta altura, una metodología “nefasta” de trabajo, y que la posible resolución del conflicto entre el gobierno nacional y la cooperativa por la liberación del crédito, “vuelve a darle la espalda a los tamberos”.
“Es un acto de extrema crueldad diferir el pago de la leche a tamberos que poseen sus establecimientos inundados, sin posibilidad de tomar créditos bancarios y que vienen soportando en carne propia una interminable crisis láctea desde hace años. Atrasar el pago es darle el tiro de gracia a sus cada vez más imposibles expectativas de recuperación económica”, resaltó el comunicado, en el que solicita a las autoridades nacionales que cualquier ayuda o salvataje económico “sea equitativo y contemple inflexiblemente el pago de la leche en tiempo y forma y a un precio justo a los productores tamberos”.
Fuente: El Cronista
