En estos momentos, la Cadena de Valor Láctea Nacional se encuentra pasando un momento de crisis tan agudo que no tiene antecedentes en Argentina, donde la producción primaria pasa por un quebranto como nunca antes pasó, las pymes lácteas se encuentran en un cerrojo por el cual los productos (netamente quesos) se acumulan en los depósitos, se bastardean los precios de las pymes en la cadena comercial del mercado interno y con un contexto internacional con precios a la baja hace varios meses. Las Cámaras de Productores, Las Cámaras de Industrias y el Estado trabajamos con propuestas para cuidar los costos, ser más eficientes, más creativos en el agregado de valor y buscar soluciones apropiadas rápidamente para salir de este difícil momento.
El gremio de la industria láctea ATILRA parecería que vive otra realidad, porque movilizó más de 1000 personas en micros contratados con infraestructura de baños químicos y catering, prohibiendo elaborar productos a una industria láctea socia de Apymel – Barraza SA – y prohibiendo a las pymes vecinas recibir la leche de nuestro colega. Recordamos que la leche es un producto altamente perecedero, que si no se elabora en las primeras 48 hs se genera un daño inconmensurable.
Desde Apymel llamamos a la reflexión a sus dirigentes, a deponer las acciones de fuerza y a permitir que el dialogo sea la forma de tratamiento de los temas.