En la gala en el Hotel Alvear para celebrar sus 40 años, en la que Susana Giménez fue la principal estrella y que contó también con la asistencia de funcionarios de Cristina, la gran novedad fue que la Fundación Favaloro reveló su nueva estrategia para mantenerse en pie, luego de dos fuertes crisis. Una en el año 2000, a la que muchos atribuyen el suicidio de su fundador, René Favaloro; y la otra en 2011. Curiosamente, la alianza estratégica con dos gremios, Atilra y Ospoce, es parte esencial de un plan que contempla, en un futuro próximo, hasta una prepaga propia. La Fundación, que nació cuando René Favaloro renunció a una prometedora carrera en los Estados Unidos y decidió regresar al país, emplea actualmente 2.000 personas. Y con 1.600 transplantes, es el primer centro de la región. Sus médicos cuentan que profesionales de todos los continentes vienen a aprender las técnicas que aplican allí. Entre ellas, el cateterismo, donde también lidera con más de 5.000 intervenciones anuales. Ahora encara dos megaproyectos. Uno en Sunchales, en la provincia de Santa Fe, de la mano de Atilra, sindicato que agrupa a los trabajadores de la industria lechera; y el otro en la localidad bonaerense de General Rodríguez, junto con Ospoce, gremio que aglutina al personal de organismos de control y que atiende a estudios jurídicos, diplomáticos, aeronavegantes, bancarios, ejecutivos privados y estatales y docentes. En Sunchales, el centro, que incluye un hospital con 166 camas y escuelas de capacitación, estará desplegado sobre 14 hectáreas. Y en General Rodríguez se levanta otro de similares características, en un predio de 18 hectáreas.
Fuente: Silvia Naishtat | Clarín
