Hoy el contexto de la Cadena Láctea paso de ser una “grave crisis” a “crisis sin antecedentes”: precios internacionales en caída libre, excedentes cuantiosos en el mercado interno que empujan también hacia abajo el precio de los lácteos en el país, tambos reclamando que el precio que cobran por la leche es insuficiente y sigue bajando y un acuerdo salarial impagable en este contexto, que firmado por las grandes empresas. Esta situación extrema pone a muchas empresas al borde del cierre, incluyendo a las más grandes.
Las grandes industrias no tienen lugar donde guardar sus stocks de leche en polvo, por lo que importantes volúmenes de leche antes destinados a la exportación fueron reorientados a la elaboración de quesos para ser vendidos en el mercado interno. También liberaron su leche cara al mercado – por ejemplo la de pooles dejaron de recibirla – y fue colocada a precio más bajo en otras grandes industrias y en pymes. Todo eso fue a parar a quesos.
El mercado interno se saturó de quesos. Y sus precios actuales en planchada de fábrica no cubren los costos. La baja de los productos aumenta las ganancias del sector comercial que mantiene o incluso aumenta los precios al público.
¿Cuál es el piso del precio internacional de la leche en polvo? No se vislumbra por este año y hasta mitad del próximo por lo menos y se pronostican caídas mucho mas graves y hasta el 50%del precio actual (hasta 1300 U$S/tn).
¿Hasta cuándo puede absorber quesos el mercado interno? No mucho más, a lo sumo por 30 días para que llegue a estado de saturación total y cuando esto suceda, lo primero que va a pasar es el cierre en dominó de pequeñas y medianas empresas que son fundamentales en las economías regionales: en conjunto, las pymes lácteas representan 10.000 puestos de trabajo que hoy están en riego.
Un buen ejemplo de este impacto lo vemos hoy en la cuenca de Villa María, donde en los últimos meses cerraron la empresa Dulcor, las plantas de Lácteos de Pozo del Molle de Villanueva y Tío Pujio, está parada la planta de Santa Clara, y La Cristina ofrece retiro voluntario a su personal, en total 220 puestos de trabajo perdidos o en riesgo límite en una economía regional clave de la lechería nacional.
Analizados desde el impacto que generan en sus comunidades, los 30 empleados de Dulcor que quedaron sin trabajo en la localidad de Ucacha, representan el 0.75% de su población y el 3% de las familias de su comunidad. Trasladando estos porcentajes a la dimensión de una ciudad grande como Córdoba, equivale al cierre de una planta de 15.000 empleados, o a la pérdida de 100 mil empleos en la provincia de Buenos Aires. ¿Pueden imaginar el impacto de una situación semejante?
En este contexto Atilra acordó con las grandes industrias un aumento salarial del 31%, un 39.5% anualizado, con un alto impacto en los meses de la primavera de este año donde la crisis se profundizará.
Sabemos que el gremio comparte el diagnóstico de crisis por las declaraciones públicas por su Secretario Pedro Fernandez. Entonces, ¿qué pretende imponiendo condiciones salariales que llevarían a muchas empresas al cierre con el consiguiente riesgo de pérdida de miles de fuentes de trabajo? ¿Tiene mandato de sus afiliados para sostener por la fuerza y la amenaza una pauta salarial que excede en mucho la aprobada en las paritarias de las otras ramas de la industria, aun a costa que perder empleos?
La continuidad de este panorama implica el fin de gran cantidad de pymes que no pueden competir. En este contexto, y para evitar el derrumbe del sector lácteo argentino, APYMEL propone a las autoridades y a todos los actores de la cadena láctea analizar una serie de medidas para enfrentar la crisis:
- Solicitar una reunión de urgencia de la Cadena Láctea Argentina.
- Adelantar las compras de los estados nacional y provinciales.
- Otorgar warrants para estacionamiento de quesos.
- Coordinar junto al Estado ventas en bloque a países amigos.
- Apoyar la exportación mediante la creación de un fondo anticíclico y aumento de reintegros.
Para APYMEL y las empresas socias, lo más importante en el contexto actual es conservar las fuentes de trabajo, lo que necesariamente requiere mantener las empresas funcionando. El principal recurso de las pymes lácteas, empresas mano de obra intensivas, es su gente, por lo que APYMEL solicita la consideración de un Convenio Pyme, con un marco regulatorio de la actividad que tengan en cuenta las especificidades de las empresas pequeñas y medianas, grandes generadoras de empleo.
APYMEL representa a pequeñas y medianas empresas diversificadas a lo largo y ancho de nuestro país en pequeñas localidades, que ponen como primera prioridad mantener las fábricas abiertas para sostener el empleo en sus comunidades.
Es momento de pensar y trabajar colectivamente, es lo mejor para todos los que estamos vinculados a la cadena láctea. La Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas es siempre partidaria del diálogo y la búsqueda de consensos. Para salir de la crisis y encontrar soluciones, hace falta que todos los actores de la cadena nos sentemos a dialogar.