Nacida en 1973 en la provincia de Córdoba, Usina Láctea El Puente es una reconocida pyme láctea que está focalizada en ofrecer productos de calidad a bajos precios y en forma directa al consumidor. Lo que comenzó como un emprendimiento familiar dedicado a la distribución de quesos, se transformó con los años en una empresa modelo, con planta industrial propia, marcas reconocidas, producción diversificada y una red comercial en expansión.
La historia arranca con Héctor “Lucho” Maccari y su esposa Elda “Kuky” Pérez, quienes comenzaron distribuyendo quesos en un camión propio. En pocos años compraron su primera fábrica y, a medida que creció la demanda, se mudaron a nuevas instalaciones hasta llegar, en 1984, a su planta actual en Ordoñez, Córdoba. El nombre comercial surgió justamente porque para llegar a aquella planta inicial había que cruzar un puente.
Hoy, al frente de la empresa está su hijo, Myller Maccari, quien asumió como CEO y encabeza el proceso de expansión con una visión empresarial profesionalizada, pero sin perder el espíritu familiar que dio origen a la compañía.
Actualmente, la planta industrial, ubicada en la localidad cordobesa de Ordoñez, procesa cerca de 80 millones de litros de leche al año, con materia prima provista por más de 50 tambos de la región. En un predio de 52 hectáreas, con más de 10.500 metros cuadrados de superficie cubierta, se elabora toda la línea de productos: quesos blandos, duros, untables, rallados, yogures, leches, manteca y dulce de leche. La empresa emplea a más de 1.000 personas, de forma directa e indirecta, y es considerada uno de los principales motores productivos y sociales del pueblo.
Su ubicación estratégica -a solo 80 kilómetros de Villa María, cabecera de una de las principales cuencas lecheras del país, y a 40 kilkómetros de Bell Ville- permite un acceso logístico eficiente a los mercados regionales y nacionales.
El modelo de negocio de El Puente se basa en el trato directo con el consumidor, una estrategia que mantuvo desde sus orígenes y que hoy se consolida a través de su red de más de 25 locales entre propios y franquiciados. El canal de venta directa le permite ofrecer productos de calidad con precios competitivos, y al mismo tiempo sostener una relación cercana con el cliente final.
La empresa comercializa una amplia gama de productos que van desde quesos blandos y duros, pasando por quesos especiales, untables, rallados, hasta yogures, leche entera, descremada y sin lactosa, manteca, dulce de leche y postres. Todos con trazabilidad completa desde el tambo hasta la góndola. También ofrece líneas más accesibles como D70, y productos con valor agregado como los quesos de larga maduración.
El modelo de franquicias, lanzado en 2020, permitió ampliar la cobertura territorial sin perder identidad. Actualmente, cuenta con sucursales en el AMBA, el interior bonaerense y en varias provincias, con presencia en más de 25 ciudades de 17 provincias argentinas.
Un capítulo aparte merece la adquisición de Dulces Serra, una fábrica de mermeladas de Bell Ville con más de 70 años de historia. La compra fue en plena crisis de 2001, y terminó revelando un dato insólito: décadas antes, el predio había pertenecido al abuelo de Don Lucho, Antonio Maccari. El reencuentro con esa tierra fue simbólico, pero también estratégico. Serra fue saneada, amplió su capacidad y se integró a la operación de El Puente, aportando variedad a su catálogo y generación de empleo. Hoy, sus dulces se venden en todos los locales de la firma.
Lo cierto es que el crecimiento también vino acompañado de múltiples inversiones industriales: en los últimos años, incorporaron tecnología para optimizar procesos de filtrado y envasado, y evalúan nuevas etapas de automatización y desarrollo de packaging. Además, en la actualidad tienen más de 30 productos en desarrollo.
Fuente: Bichos de campo